jueves, 26 de noviembre de 2009

EL FAMOSO COHETE


El famoso cohete.

El hijo del rey estaba en víspera de casarse. Con este motivo el regocijo era general.

Estuvo esperando un año entero a su prometida, y al fin llego esta. Era una princesa rusa que había hecho el viaje desde Finlandia en trineo tirado por seis renos, que tenia la forma de un gran cisne de oro; la princesa iba acostada entre las alas del cisne.

Su largo manto de armiño caía recto sobre sus pies. Llevaba en la cabeza un gorrito de tisú de plata y era pálida como el palacio de nieve en que había vivido siempre.

Era tan pálida, que al pasar por las calles, se quedaban admiradas las gentes.

- parece una rosa blanca – decían.

Y le echaban flores desde los balcones.

A la puerta del castillo estaba el príncipe para recibirla tenia los ojos violeta y soñadores, y sus cabellos eran como oro fino.

Al verla, hinco una rodilla en tierra y beso su mano.

- tu retrato era bello – murmuro -, pero eres mas bella que el retrato. Y la princesita se ruborizo.


- hace un momento parecía una rosa blanca – dijo un pajecillo a su vecino -, pero ahora parece una rosa roja. Y toda la corte se quedo espaciada.

Durante los tres días siguientes todo el mundo no ceso de repetir:
-¡Rosa blanca, rosa roja!- ¡rosa roja, rosa blanca!

Y el rey ordeno que diesen doble paga al paje.

Como el no percibía paga alguna, su posición no mejoro mucho por eso; pero todos lo consideraron como un gran honor y el real decreto fue publicado con todo requisito en la Gazeta de la corte.

Trascurridos aquellos tres días, se celebraron las bodas.

Fue una ceremonia magnifica.

Los recién casadla pasaron cocidos de la mano, bajo un dosel de terciopelo granate, bordado de perlitas.

Luego se celebro un banquete oficial que duro cinco horas.
El príncipe y la princesa, sentado al extremo del gran salón, bebieron de una copa de cristal purísimo. Únicamente los verdaderos enamorados podían beber de esa copa, porque si la tocaba unos labios falsos, el cristal se empañaba, quedaba gris y mancazo.

-es evidente que se aman – dijo el pajecillo - , resultan tan claros como el cristal.

El rey volvió a doblarle la paga.

- ¡Que honor! – exclamaron todos los cortesanos.
Después del banquete hubo un baile.
Los recién casado debían bailar juntos la danza de las rosas, y el rey tenia que tocar la flauta.
La tocaba muy mal, pero nadie se había atrevido a decírselo nunca, porque era el rey. La verdad es que no sabía más de dos piezas y no estaba seguro nunca de la que interpretaba, aunque esto no le preocupase, pues hiciera lo que hiciera todo el mundo gritaba:
-¡Delicioso! ¡Encantador!
El último número del programa consistía en unos juegos artificiales que debían empezar exactamente a media noche.
La princesita no había visto juegos artificiales en su vida, por eso el rey encargo al pirotécnico real que pusiera en juego todos los recursos de sus arte el día del casamiento de la princesa.
-¿a que se parecen los juegos artificiales? – le pregunto ella al príncipe, mientras se paseaban por la terraza.
-se parecen a la aurora boreal – dijo el rey, que respondía siempre a las preguntas dirigidas por los demás -. Solo que son mas naturales. Yo los prefiero a Blas estrellas porque sabe uno siempre cuando van a brillar y son además más agradables como la música de mi flauta. Ya verán..., ya verán…
Así pues, levantaron un tablado en el fondo del jardín real, y no bien acabo de prepararlo todo el pirotécnico real, cuando los fuegos artificiales se pusieron a charlan entre si.
- el mundo es seguramente muy hermoso- dijo un pequeño buscapiés-. Miren estos tulipanes amarillos. ¡a fe mía, ni a un siendo petardos de verdad, podrían resultar mas bonitos! Me alegro mucho de haber viajada. Los viajes desarrollan el espíritu de una manera asombrosa y acaban con todos los prejuicios que halla podido uno conservar
- el jardín del rey no es el mundo joven alocado, - dijo una gruesa candela romana -. El mundo es una extensión enorme y necesitarías tres días para recorrerlo por entero.
- Todo lugar que amamos es para nosotros el mundo – dijo una rueda unida en otro tiempo a otra caja de pino y muy orgullosa de su corazón destrozado, pero el amor no esta de moda; los poetas lo han matado. Han escrito tanto sobre el, que nadie les cree ya cosa que no me extraña. El verdadero amor sufre y calla…
Recuerdo que yo misma una vez..., pero no se trata de eso aquí. El romanticismo es algo del pasado.

-¡que estupidez! – Exclamo la candela romana -.la novela no muere nunca. ¡Se parece a la luna: vive siempre! Realmente, los recién casados se aman tiernamente. He sabido todo lo concerniente a ellos esta mañana por un cartucho de papel oscuro que estaba en el mismo cajón que yo y que sabe las últimas noticias de la corte.

Pero la rueda meneo la cabeza.

-¡el romanticismo a muerto! ¡El romanticismo ha muerto! ¡El romanticismo ha muerto! – murmuro.

Era una de esas personas que creen que repitiendo una cosa cierto numero de beses acaba por ser verdad.

De pronto se hoyo una tos fuete y seca y todos miraron a su alrededor. Era un pequeño cohete de altivo continente atado a la punta d un palo. Tosía siempre antes de hacer una advertencia como para llamar la intención.

-¡ ejem! ¡ejem! Exclamo.
Y todo el mundo se dispuso a escucharle ,menos la pobre rueda, que seguía moviendo la cabeza y murmurando:

-¡el romanticismo a muerto!
-¡ orden! ¡orden! – grito un petardo.
Tenía algo de político y había tomado siempre parte importante en las elecciones locales. Por eso conocía las frases empleadas en el parlamento.

-¡ha muero del todo! – suspiro la rueda. Y se volvió a dormir.

No bien se restableció por completo el silencio, el cohete tosió por la tercera vez y comenzó. Hablaba con una voz clara y lenta como si dictase sus memorias, miraba siempre por encima del hombro a la persona a quien se dirigía. Realmente, tenía unos modales distinguidísimos.

-¡que feliz es el hijo del rey – observo – por casarse el mismo día en que me van a disparar! Ni preparándolo de antemano podría resultar mejor para el; aunque los príncipes siempre tienen suerte. -¿ah, si? – dijo el pequeño buscapiés -. Yo creí que era precisamente lo contrario y que era usted a quien se dispara en honor del príncipe.

- ese quizás sea su caso – replico el cohete -. Casi diríase que estoy seguro que de ello; pero en cuanto a mi es ya diferente. Soy un cohete distinguido y desciendo de padres igualmente distinguidos mi madre era la girándola mas suerte de su época. Tenía fama por la gracia de su danza. Cuando hizo una gran aparición en público, dio diecinueve vueltas antes de apagarse, lanzando por el aire siete estrellas rojas a cada vuelta. Tenia tres pies medio de diámetro y estaba fabricada con pólvora de la mejor. Mi padre era cohete y de origen Frances, volaba tan alto que la gente temía que no volviese a descender, descendía, sin embargo, porque era de excelente constitución e hizo una caída brillantísima, en forma de lluvia, de chispas de oro. Los periódicos se ocuparon de los términos muy halagüeños, y hasta la Gazeta de la corte dijo que señalaba el triunfo del arte politécnico.
- Pirotécnico, pirotécnico guerra decir. – interrumpió una bengala -. Se que es pirotécnico porque he visto la palabra escrita sobre mi caja de hoja de lata.
- Pues yo digo pirotécnico replico el cohete en tono severo. La bengala se quedo tan apabullada que empezó inmediatamente a mortificar a los buscapiés pequeño para demostrar que ella también era persona de bastante importante.
- Decía yo… prosiguió el cohete -, decía yo… ¿Qué es lo que yo decía?
- Hablaba de usted mismo – repuso la candela al roma.
- Naturalmente. Se que hablaba de alguna cosa interesante cuando he sido groseramente interrumpido. Odio la grosería y las malas maneras, porque soy extremadamente sensible. No hay nadie en el mundo Tan sensible como yo, estoy seguro de ello -¿Qué es una persona sensible? – pregunto el petardo a la candela romana
- Una persona que porque tiene cayo pisa siempre a los demás – respondió la candela en un débil murmullo.

Y el petardo casi estallo de risa.

-¡ perdón! ¿de que te ríe? – pregunto el cohete. Yo no me río.
- Me río porque soy feliz – replico el petardo.
- es un motivo bien egoísta dijo el cohete con ira -. ¿Qué derecho tiene para ser feliz? Debería pensar en los demás, debería pensar en mí. Yo pienso siempre en mi y creo que el resto debería hacer o mismo. Eso es lo que se llama simpatía es una hermosa virtud y yo la poseo en alto grado. Suponga por ejemplo, que me sucediese algún percance esta noche. ¡ que desgracia para todo el mundo! El príncipe y la princesa ya no podían ser felices: se habría acabado su vida de matrimonio. en cuanto al rey, creo que no podría soportarlo. Realmente, cuando empiezo a pensar en la importancia de i papel me emociono hasta casi llorar.

- si quiere agradar a los demás – exclamo la candela romana -, haría mejor en mantenerse en seco.
- ¡ciertamente! – exclamo la bengala, que no estaba de muy buen humor -, eso es sencillamente de sentido común.
¿cree que es de sentido común? – replico el cohete indignado -. Olvida que yo no tengo nada común y que soy muy distinguido. ¡a fe mía todo el mundo puede tener sentido común con tal de Carter d imaginación! Pero yo no tengo imaginación porque nunca veo las Cosas como son .las veo siempre muy diferentes de lo que son. En cuanto a ese de mantenerme en seco, es que no hay aquí, con toda seguridad, nadie que sepa apreciar a fondo un temperamento delicado. Afortunadamente para mi no me importa nada .la única cosa que le sostiene a uno en la vida es el convencimiento de la enorme inferioridad de sus semejantes y este es un sentimiento que he mantenido en mi .pero ninguno de ustedes tiene corazón .gritan y se regocijan como si que el príncipe y la princesa no estuviese celebrando sus bodas.

He exclamo un pequeño globo de fuego por que no es una alegría y ocasión y cuando estalle yo en el aire pienso comunicárselo a todas las estrellas ya verán como brillaran cuando les hable de la bella reciente casada.

¡OH!que concepto más banal de la vida dijo el cohete pero no me esperaba yo menos, no hay nada en usted. Es hueco y vació. Quizás el príncipe y la princesa se vallan a un país que haya un río profundo, quizás tengan un solo hijo un pequeñuelo de pelo rizado y de ojos violetas como los del príncipe .quizás valla un día a pasearse con su nodriza. Quizás la nodriza se duerma bajo un gran sauce quizás el niño se caiga al rió y se ahogue.

Que terrible desgracia los pobres perderán a su único hijo es terrible realmente .no podré soportarlo nunca.
-pero no han perdido a su único hijo. -dijo la candela romana-no les ha sucedido ninguna desgracia.
-no le he dicho que les haya sucedido -replico el cohete -.he dicho que podría sucederles hubiesen perdido a su único hijo, seria inútil decir nada sobre el suceso.destesto a las personas que lloran por su cántaro de leche roto.pero cuando pienso que han perdido a su hijo único, me siento verdaderamente tristísimo.
-ya lo veo -exclamo la bengala-.realmente es usted la persona mas afectada que he visto en mi vida.
-y usted la persona mas grosera que he conocido -dijo el cohete-.
No pude comprender mi afecto por el príncipe.
-a ni siquiera lo conoce…-chisporroteo la candela romana.
-no, nunca dije que le conociera -respondió el cohete-.me atrevo a decir que si lo conociese no seria de ningún modo amigo suyo .es cosa peligrosa conocer a uno de sus amigos.
-mejor haría mantenerse en seco-dijo el globo de fuego-.eso es lo mas importante.
-para usted no dudo que será importantísimo-respondió el cohete-.
Pero llorare si me viene en gana.
-creo qué me reservan para una gran ocasión dijo el cohete indudablemente es eso.
Y miraba a su alrededor con aire mas orgulloso que nunca.
Al día siguiente vinieron los obreros a colocar las cosas en su sitio.
-evidentemente es una comisión -dijo el cohete.los recibiré con una tranquila dignidad.
Y engañándose empezó a fruncir las cejas como si pensase en algo importante .pero los obreros no se dieron cuenta de su presencia hasta dejarlo atrás.
Entonces un de ellos lo vio.
-ah –grito-que mal cohete-.
Y le tiro al pasó por encima del muro.
Mal cohete dijo este girando por el aire imposible famoso cohete, eso es lo que han querido decir. Malo y famoso suena para mi casi lo mismo y a veces ambas cosas son idénticas .y cayo en el lodo.-no es esto muy cómodo –observo-pero sin duda es algún balneario de moda a donde me han enviado ahora que reponga mi salud, mis nervios están muy desgastados y necesito descanso.
Entonces una ramita de ojillos brillantes y de tarje verde moteado nado hacia el.
-ya veo que es un recién llegado-.bueno depuse de todo no hay nada como el fogon.denme un tiempo lluvioso y un hoyo y soy completamente feliz… ¿cree que la tarde será calurosa? así lo espero, porque el cielo esta todo azul y despejado. ¿Que lastima?
- ¡ejem!, ¡ejem! Profirió el cohete tosiendo.
- ¡que voz mas deliciosa

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